martes, octubre 16, 2007

Fin de la jornada...No se que hago tratando de expresar lo que me pasa en este momento, a las 23.10 hs, despues de un día que no me dio descanso. Ya esta todo sobre ruedas, hasta que mañana llegue con mi mejor cara de nada, y la gente me cuestione hasta el por qué de mi existir.
Que tengo yo que ellos no tienen? Pero que tienen ellos que yo no tengo....cual sera el valor de esa abismal y dualista diferencia que nos separa y a la vez nos une. Quizàs no se divise claramente el punto de unión, pero creanme, no soy extraterrestre. Estoy cansada. Es dificil convivir y comportarse correctamente en un ambito atareado y dependiente de uno, cuando uno mismo tiene miedo.
Ese miedo interior que de repente se exterioriza y hace que escape, y se genera una contraposición de fuerzas que terminan generando esto....un cansancio y una desazón extrema. Algun día cuando me anime, y pueda escribir frente a el, intentare describir que es eso del miedo interior. O tan solo el miedo, que muchas veces nos condiciona. Pero ese sera tema para otro post.

domingo, octubre 14, 2007

Desganas

Si cuarenta mil niños sucumben diaramente
en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes
y más pobres ya es bastante grave
que un solo hombre o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro
pero en cambio es atroz
sencillamente atroz si es la humanidad
la que se encoge de hombros.

Mario Benedetti.

sábado, octubre 13, 2007

Sera porque paso tanto tiempo en la pc que decido volcar estas ideas en ella. Lastima que a veces no tengo en cuenta que alguien, quizas hasta por error, podría leer mis divagaciones.
Hoy me di cuenta que el tiempo lo maneja uno pero las circunstancias lo manejan a uno mismo.
Pase el dia con pocas pulsaciones, sin demasiados sobresaltos, algo a lo que no estoy acostumbrada. Casi cuando el sol se estaba poniendo, una sensacion de culpa me invadio. No podia perdonarme este dia a lo esmitaño que parecia repetirse durante años...no podía dejar pasar un día mas sin salir a ver el sol o al menos la claridad, saber que en el día la luz tambien existe y a veces nos ilumina mas de cerca. Sin pensarlo demasiado, me puse un buzo, las zapatillas, y sali. Parecia que tenía fotofobia, acompañada de muchas otras fobias que eran expresadas con mi mejor cara de nada...camine, camine y camine, parecia que estaba bien, que llegaría algun lado. Vi mucha gente en la calle, y luego de unas cuadras me di cuenta que salian de la iglesia. Tambien vi la transformacion del catolico arrepentido al hombre pecador que si culpa alguna sale a la vida a ser uno y se olvida lo que repite como un loro en la casa de Dios.
Una sensación de malestar parecia frenarme, no sabía como seguir, ni por donde. A veces agradezco tener el aparatito que te comunica con personas que seguramente estan una situacion mejor que uno, es tal el avismo que generalmente tu llamado es inoportuno; pero mi necesidad era primordial. LLame a una amiga, que parecia preocupada al enterarse que andaba sola y encima desorientada. Me indico como seguir, hasta que me ubique y puse seguir sola...en eso me di cuenta que nada habia cambiado, que solo habia sido un día de descanso o de sueño. La pierna me empezo a doler. Mi persona no se identificaba con ninguna otra. Por fin llegue a mi casa...prendi la radio y agarre unos apuntes de Echeverria, que resumi solemnemente en el sillon con las piernas arriba. En un instante me reconoci. Vi que esa era mi situacion. Me encontraba sola, con la musica y apuntes. Mirando el techo, y mirandome a mi misma.

viernes, octubre 12, 2007

Silencio.



Asi llamo al procedimiento de omisión que realizo muy seguído ultimamente. Quizás porque me he dado cuenta que asi evito problemas y discusiones, pero no creo que sea esa la causa fundamental, ya que no es mi estilo callar para conformar al resto. Tal vez para hablar tiene que haber un oyente y no cualquier oyente. Creo que ese receptor espesífico esta ausente en estos tiempos. Pero aun estando, a veces hago silencio. No se como, cuando, ni de que forma expresar esto que siento, pienso y creo. Tengo miedo. La cercanía me atemoriza, y el alejamiento me produce melancolia. Solía ser semipermeable al dejar entrar solo a algunas particulas (personas), el problema vino cuando esas particular que solian entrar se volvieron cada vez mas grandes y densas para mi personalidad y no pudieron fluir con naturalidad. Se atascaron y han quedado en suspenso, y no se por cuanto tiempo.
No se bien a donde voy, aunque se donde no quiero ir...Un sentimiento rimbombante me aturde y hace que calle. He leído hace muy poco una obra de teatro, donde la protagonista finaliza diciendo "el silencio grita..." creo que es la frase mas apropiada para poder entender mis silencios, y mis palabras.
La introversión no hace mas que crear mas silencio, y mas bullicio en mi cabeza. Aparece frecuentemente la aungustia y el sentimiento de abandono, pero sin querer dejar esa soledad tan peleada, tan discutida y defendida por mi. Si escucharan mi silencio, entenderían mis palabras, mi accionar y agotamiento...