sábado, enero 05, 2008

Decepción

Eso es lo que siento, ademas de tener una gran confusión. No puedo entender como de un momento a otro lo que fue luz y alegría, hoy me traiga la mas profunda melancolia y tristeza.
Todo se derrumba. Me da la pauta de que nada es seguro, y quizás, hasta de mi tenga que dudar. Muchas palabras, gestos, impulsos y sensaciones, me hicieron doler en estos días. No hay nada peor que pasar abruptamente de la alegria euforica, a la decadente tristeza en la que me encuentro inmersa.
Tal vez sea cobarde, pero la autoficiencia no duele. La soledad duele a veces, pero duele menos que una traición generada por un vinculo afectuoso de cualquier tipo.
El estar sola me libraba de peleas, discuciones, y por sobre todo, me libraba de pensamientos que se esconden por debajo de las personas y salen a la claridad en los momentos menos indicados. En los momentos donde uno cree tenerlo todo, donde uno siente que tiene algo, que tiene alguien, aparte de uno mismo.
Fue y sigue siendo dificil calificar a las personas como "alguien" y no como "algo". Intente, hice el esfuerzo, pero no hay nada mas frustrante que no sea reconocido por quien te interesa que lo haga, por quien vos te esforzas, por quien vos dedicas el cambio.
No se como continuara esto...quizas siga rodeada de gente, o quizas solo me rodee de yo misma.
Cada uno elige su destino. Deberia tener en cuenta que a veces nos equivocamos.

1 comentario:

Pudrus dijo...

ME SOBRA EL CORAZÓN



Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,

hoy estoy para penas solamente,

hoy no tengo amistad,

hoy sólo tengo ansias

de arrancarme de cuajo el corazón

y ponerlo debajo de un zapato.



Hoy reverdece aquella espina seca,

hoy es día de llantos de mi reino,

hoy descarga en mi pecho el desaliento

plomo desalentado.



No puedo con mi estrella.

Y me busco la muerte por las manos

mirando con cariño las navajas,

y recuerdo aquel hacha compañera,

y pienso en los más altos campanarios

para un salto mortal serenamente.



Si no fuera ¿por qué?... no sé por qué,

mi corazón escribiría una postrera carta,

una carta que llevo allí metida,

haría un tintero de mi corazón,

una fuente de sílabas, de adioses y relatos,

y ahí te quedas, al mundo le diría.



Yo nací en mala luna.

Tengo la pena de una sola pena

que vale más que toda la alegría.

Un amor me ha dejado con los brazos caídos

y no puedo tenderlos hacia más.

¿No véis mi boca qué desengañada,

qué inconformes mis ojos?



Cuanto más me contemplo más me aflijo:

cortar este dolor ¿con qué tijeras?



Ayer, mañana, hoy

padeciendo por todo

mi corazón, pecera melancólica,

penal de ruiseñores moribundos.



Me sobra corazón.



Hoy descorazonarme,

yo el más corazonado de los hombres,

y por el más, también el más amargo.



No sé por qué, no sé por qué ni cómo

me perdono la vida cada día.



Miguel Hernández